Imagina que tu cuerpo es una orquesta afinada: cada parte, un instrumento esencial para la sinfonía del deporte. En este conjunto, tus dientes y boca son la sección de cuerdas, esenciales y resonantes. Una cuerda desafinada puede alterar todo el concierto.
De igual manera, problemas bucodentales pueden distorsionar tu rendimiento deportivo, causar molestias innecesarias y, en algunos casos, incluso cambiar la biomecánica del cuerpo, afectando tu equilibrio y postura. Pero cuando cuidas tu salud bucal, no solo tocas las notas correctas, sino que interpretas con maestría cada movimiento, cada gesto.