Los dos primeros pasos, son sencillos de entender. El tercer paso, la apertura cameral, consiste en hacer una cavidad (agujero) en el diente para que la cámara pulpar quede expuesta en su totalidad.
De esta manera, los instrumentos que se utilizan en la endodoncia pueden acceder sin obstáculos hasta la raíz del diente.
Después comienza la fase de instrumentación que consiste en eliminar el contenido del conducto para dejarlo en las mejores condiciones posibles para luego cerrarlo. Lo más probable es que haya que limpiar la pulpa pero también parte de la dentina, que es el tejido que la rodea. la limpieza se lleva a cabo con una lima muy fina de manera manual o con unos aparatos que rotan a pequeña velocidad y que ayudan a hacer el procedimiento mas eficaz. Mientras se limpia el conducto se va limpiando con líquido irrigador y se aspira para evitar que queden restos.
Una vez se ha realizado la instrumentación, se obtura el diente, es decir, el conducto radicular se rellena con un material inerte que lo sellará.
Después debe realizarse controles periódicos. Por último habrá que restaurar el diente con materiales tipo composite y posterior corona