A veces, los ronquidos y las apneas del sueño también pueden ser tratados con el uso de una férula dental. Una férula adecuadamente equipada puede mantener la vía aérea permeable, lo que reduce los problemas de respiración durante la noche. En este caso, el paciente puede necesitar consultar a varios médicos para discutir diversos enfoques de tratamiento, ya que en ocasiones la férula puede no ser la mejor opción, y en algunos casos, incluso las férulas pueden estar contraindicadas.
Al igual que otros tipos de dispositivos que se ponen en la boca, una férula debe recibir la atención adecuada.
La suciedad de la férula puede conllevar a una infección, lo que puede ser un problema grave para el paciente. Una férula mal ajustada puede ocasionar deformaciones, y presión sobre los dientes y la mandíbula.
El dentista deberá facilitar unas instrucciones de cuidado, así como un estuche que se ajusta a la férula para guardarla mientras no se esté usando. El dentista también puede recomendar unas visitas de seguimiento para confirmar que la férula sigue quedando bien y está en buenas condiciones. Los pacientes que experimentan dolor u otros problemas durante el uso de una férula deben reportar estos problemas a sus dentistas.